...de Madrid.
Pongamos que hablo de la Ciudad Universitaria (y aqueños años en la facultad de ciencias), Moncloa y del Paseo del Pintor Rosalles (también llamado "de los árboles pelados"), del Parque del Oeste y del monumento egipcio, aunque sigo pensando que es un expolio. Pongamos que hablo de la Almudena y el Palacio Real, la Calle de Bailén (nótese que Madrid tomó los nombres de algunas calles del 'Monopoly') con su puente de Segovia, y la inmensa Plaza Mayor, donde según Pilu ejecutaban a judíos y se quemaban libros, con su Calle Mayor, aunque supongo que no es a la que se refiere Carlos Goñi.
Pongamos que hablo de la Plaza de España, de la calle de la Princesa y la Gran Vía, con su vendedor de poemas, con su pobre mendigo en Callao. Pongamos que hablo de un alboroto en la calle, la policía cortando la circulación, y Zapatero entrando a 5 metros de nosotros en el edificio del grupo Prisa, al mismo tiempo que comprobamos que nuestros móviles no tienen cobertura debido a un inhibidor de frecuencia. Y pongamos que hablo del Paseo del Prado, de la Cibeles y el Banco Central, de la Neptuno y el Manzanares.
Pongamos que hablo de un lugar céntrico, por ejemplo, la Puerta del Sol y el Km. 0. Y pongamos que acabamos la noche "En busca del tiempo" de cañas y tapas, recordando antiguas batallas en Berlín.
Pongamos un buen desayuno en Bilbao, andar por Fuencarral, la Plaza del 2 de mayo. Pongamos que conozco Malasaña, donde Sabina se haría mil rayas y donde creo encontrar mi Barrio del Carmen. Pongamos que hablo de la Calle de las Huertas (donde ella borracha gritó, mi nombre en las barras de los bares en que la amé) o de la casa de Joaquín Sabina. Pongamos que hablo de Chueca o de Tirso de Molina-Sol-Gran Vía-Tribunal (donde queda tu oficina para irte a buscar).
Pongamos que hablo de una ambulancia o un coche de bomberos, una napolitana en "la Mallorquina", un bocata de calamares (con mayonesa, claro) al lado de la Plaza Mayor. Pongamos que hablo de Majadahonda, de Cuatro Caminos (que en verdad son cinco), y de Barajas.
Gracias Ana, Irene, Elena, Blanca, Pilu (y José Luís Rodríguez Zapatero) por estos fantásticos días allí, y por descubrirme no la Madrid que se me antoja fácil de odiar, sino aquella Madrid habitable y hermosa por donde anduvieron antaño los cantautores de mi juventud.
Hasta pronto, Madrid. Besos berlineses.
jueves, 10 de enero de 2008
Pongamos que hablo...
JULI
Publicado por Julián Mora Lucas en 11:47
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5 comentarios:
JILI HAS ESTADO EN MADRID?? JOOOO. SPERO Q TODO ESTE BIEN! UN BESAZO ENORME! CELIA
Ara mateix acabo d'arribar
de Madrid.... jejejeje
Una abraçada...
Amb un dia de retràs...
Apuesto caballero berlinés
bailarín, guitarrista, cocinero,
al truc no le sale mas que un tres,
no le queda na pa ser ingeniero.
Chicas de pueblos evangelistas,
yo, yo mismo e Irene,
canarias, guanches artistas,
del que hablo tiene un micropene.
Los mejores apuntes de clase,
cantautores, conciertos, recitales,
encuentros en la tercera fase.
Trucs, agoras, carnavales,
los amigos para eso están,
pongamos que hablo de Julián.
juisjuisjuisjuisjuis!!!!!
que passada de poema!!!
ueeeeeeeeebravooooooooo
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